En días pasados ya han sido instaladas las chapas identificatorias de
la calle “Livio Dante Porta” en la ciudad de Rosario, situada en
proximidades del Monumento Nacional a la Bandera, la Estación Fluvial y
el Puerto, este último lugar donde nuestro personaje hizo sus primeras
experiencias en el ámbito ferroviario que con el tiempo se reconocerían a
nivel mundial.
La nominación de esta arteria se ha realizado en
cumplimiento de las Ordenanzas Nº 9.812 y 9.818 del Concejo Municipal de
Rosario, en ambos casos presentadas por el Concejal Eduardo L. Toniolli
con el auspicio de la Asociación Rosarina Amigos del Riel.
Queremos
expresar nuestro agradecimiento al Concejal Toniolli y por su digno
intermedio a todos los demás legisladores, por reconocer la figura de
Porta mediante su incorporación a la toponimia urbana en la ciudad que
lo vio crecer, formarse y realizar sus primeras experiencias
profesionales, las que se reseñan a continuación para conocimiento de
nuestro seguidores.
Reseña biográfica
Livio Dante Porta nació
en Paraná (Entre Ríos) el 21 de marzo de 1922, creció en la ciudad de
Rosario, cursó estudios en el Colegio Salesiano “San José” y obtuvo en
1946 el título de ingeniero en la actual Facultad de Ciencias Exactas,
Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario.
Desarrolló fuerte interés por el Ferrocarril durante su juventud y
apenas recibido, en el año 1947 inició y llevó adelante en nuestra
ciudad un ambicioso proyecto de reconstrucción integral de una
locomotora a vapor del Ferrocarril Belgrano; tarea financiada por el
Banco de Crédito Industrial y ejecutada en los talleres del puerto
local, fue culminada dos años después demostrando un notable aumento de
su potencia así como un excepcional rendimiento térmico que la convirtió
en un prototipo de avanzada a nivel mundial.
Durante la década de
1950, Porta condujo otras reconstrucciones con significativas mejoras en
locomotoras a vapor, incluyendo importante cantidad de unidades para el
Ferrocarril General Roca y para Yacimientos Carboníferos Fiscales,
tareas coronadas con singular éxito y que extendieron su vida útil así
como la fama su mentor.
Entre 1960 y 1982 el ingeniero Porta formó
parte del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) donde
alcanzó el cargo de titular del Departamento de Termodinámica,
manteniendo cercano vínculo con la actividad ferroviaria, realizando más
de un centenar de estudios, desarrollando varios ensayos en los
Ferrocarriles Belgrano y Roca, y el diseño de una sumamente moderna
locomotora a vapor que debía reemplazar el ya veterano parque de esas
líneas; también realizó su primera experiencia en el exterior diseñando
las reformas que se introdujeron en cerca de un centenar de máquinas
reconstruidas en Gran Bretaña para la Junta Nacional del Carbón.
Durante los años siguientes también diseñó y supervisó otros proyectos
de investigación o rehabilitación de material ferroviario, en Sudáfrica,
Estados Unidos de Norteamérica, Paraguay, Cuba, Europa y China,
desarrollando y perfeccionando innovaciones así como formando
profesionales que abrazaron sus muy avanzadas ideas con claros conceptos
orientados al mejor uso de los recursos naturales con énfasis en la
sustentabilidad energética y económica, especialmente para casos de
aplicación en países en vías de desarrollo.
Su última experiencia
antes de su lamentado fallecimiento el 10 de Junio de 2003, en Buenos
Aires, la realizó en la Argentina asesorando para mejorar el desempeño
de las locomotoras de una de las más conocidas líneas turísticas de
nuestro país, el Ferrocarril Austral Fueguino (“Tren del Fin del
Mundo”).
Lecturas recomendadas:
Revista “Todo Trenes”, Nº 25 (Agosto-Septiembre 2003), Artículo “Al Maestro, con Cariño”, pp.25-29.
Libro “The Red Devil and other tales from the age of Steam”, David
Wardale (Highland Printers , Inverness, Escocia, 1998), pp.19-26 y
otras.