miércoles, 7 de mayo de 2014

TRENES Y TROLEBUSES EN EL SUR

La construcción de una cabecera provisoria para los nuevos servicios de trenes de pasajeros entre Buenos Aires y Rosario en lo que hoy es el Apeadero “Juan Carlos Groenewold”, nos lleva a la necesidad de plantear soluciones prácticas para el Transporte Urbano de Pasajeros y la movilidad pública, en procura de que la nueva parada resulte atractiva y eficaz para muchos rosarinos que hoy ven a esa propuesta estación provisoria como “demasiado lejana”.

 
Entre los proyectos y las posibilidades reales

En marzo de 1998, la Municipalidad de Rosario anunció el proyecto de  reintroducción del tranvía eléctrico, según las conclusiones del estudio integral de transporte encomendado a la consultora franco-argentina Systra-Atec. Básicamente, el recorrido original reproducía al que efectuaban las líneas de trolebuses H y M, y que hasta la actualidad realiza en parte la línea de ómnibus 103. Con el transcurrir del tiempo, el proyecto fue sufriendo modificaciones y se ha anunciado periódicamente que se obtendrían los fondos para financiar la obra, prevista en principio para diez años; con lo cual los tranvías deberían haber comenzado a funcionar en 2008.

 Pese a que se sigue insistiendo en sostener el proyecto, es claro que por ahora no hay forma de financiar una obra que cuesta centenares de millones de dólares. Por otra parte, se sabe públicamente que el Municipio ha decidido que el itinerario del tranvía tendría como cabecera Sur a la estación Central Córdoba pasando por la Ciudad Universitaria, lo cual altera el trazado original. La llegada a Villa Gobernador Gálvez, sólo se menciona como un objetivo a largo plazo.

 Desde la A.R.A.R. sostenemos que el tranvía moderno es un formidable modo de transporte de superficie, y uno de los más eficientes.  No obstante, creemos que luego de más de tres lustros, si la idea no se ha concretado, es -entre otros factores- porque los costos superan holgadamente las posibilidades de endeudamiento del Estado, ya sea municipal o provincial, o no parece haber voluntad de obtener los fondos para este fin. 

En consecuencia, en el corto plazo se deberían buscar otras alternativas que beneficien a la comunidad, con igual impacto ecológico, de confort, y sin que supongan soluciones mágicas.

 

El trolebús, ese viejo amigo del Sur



Dos décadas antes de que el paso a nivel de Av. San Martín y Muñoz se convirtiese en el Apeadero “Juan Carlos Groenewold”, y cuando la Av. Batlle y Ordóñez era una huella de tierra, llegó la línea “J” de Trolebuses, en reemplazo de una muy precaria línea “50” de ómnibus.  El nuevo transporte eléctrico circuló por aquellos rudos empedrados y en apenas 20 minutos llegaba a la Plaza Sarmiento. En 1967, se transformó en línea “M”, para acceder a la Estación Terminal de Ómnibus “Mariano Moreno”. 

En 1980, sumó el tramo Norte -otrora la línea “H”- y se transformó en una troncal Norte-Sur pura, llegando a Bv. Rondeau y calle Martín Fierro.

 

Lamentablemente, en noviembre de 1984 los trolebuses dejaron de circular, quedando circunscriptos a la línea “K”. Unos años más tarde, se adoptó la denominación “103”, con la que -ómnibus mediante- circula hasta la actualidad, con algunas modificaciones y extensiones respecto del trayecto original.


Cabe señalar que la concesión para la “103” concluyó en mayo de 2004, con lo cual la atribución municipal para tomar ese recorrido bajo su órbita, es legalmente factible en cualquier momento.

 Una estación, una oportunidad
 
 










 


 
 
 

Si bien la empresa SEMTUR se vio obligada a retirar el tendido aéreo remanente en el recorrido de la línea “M” a raíz de los hurtos y vandalismo que sufrían las instalaciones, persiste el 80% de las columnas de sustentación y la totalidad de los edificios de las subestaciones rectificadoras, motivos más que suficientes para acometer la rehabilitación del sistema y hacerlo interactuar con los trenes que comenzarían a funcionar el año próximo.

El precio de un trolebús nuevo de industria rusa es equiparable al de un ómnibus argentino convencional. Sólo habría que adicionarle los costos de flete y nacionalización. En tanto, una empresa con asiento en Granadero Baigorria ya está construyendo trolebuses de similar costo  para la provincia de Mendoza.
 
Estimamos que la reintroducción en ese corredor de una Línea de Trolebús funcionaría como conexión rápida mediante carriles preferenciales, aprovechando la valiosa infraestructura existente, por Av. San Martín, Bv. 27 de Febrero, Corrientes, Plaza Sarmiento, y desde allí, con las variantes a la Terminal de Ómnibus (vía calle San Juan), o a la estación Rosario Norte, tomando las calles Jujuy y Pueyrredón.  Sería necesario reequipar las subestaciones hoy ociosas y modernizar la de Plaza Sarmiento, además de colocar un nuevo cableado.  El trayecto, de casi veinte kilómetros, se efectuaría con una flota de veinte Trolebuses, que circularían a una velocidad comercial de unos 21 km/h. 

 


Estimativamente, la obra en total costaría la quinta parte de lo presupuestado para el proyecto Tranvía Norte-Sur, otorgando en corto plazo similares condiciones de confort y ambientales, evitando la apertura de pavimentos para la colocación de los rieles y minimizando intervenciones sobre las instalaciones subterráneas de servicios públicos.

Los pasajeros del servicio ferroviario podrían acceder a la estación Rosario Sur mediante la línea “M”, que tendria su cabecera contigua a la nueva parada de trenes.  Asimismo, se beneficiarán otros tantos vecinos de barrios  las Flores, Sindicato de la Carne, Tiro Suizo, Tablada, Centro, Echesortu y/o Pichincha, enlazando la Terminal “Mariano Moreno” y/o Rosario Norte, según se defina, y reestableciendo una muy necesaria prestación de transporte público de pasajeros en el Eje Norte-Sur que sirva a toda la ciudad.

 Conclusiones

Entendemos que:


  1. El tranvía Norte-Sur es un objetivo muy difícil de alcanzar en la actual coyuntura socio-económico-política, y aunque se lo sostenga solo como proyecto, no debemos continuar postergando indefinidamente una solución posible tal como la de la reimplantación de los trolebuses.

  1. Por otra parte, tomando en cuenta que el Ente de la Movilidad está diseñando un nuevo plan de transporte para poner en vigencia a partir de 2015, sin perjuicio de la proyectada línea “Q” de Trolebuses por Av. Francia, sostenemos que la rehabilitación de la línea “M” debe ser incorporada, en virtud de los argumentos que hemos expuesto en los párrafos anteriores.

  1. La empresa SEMTUR ha demostrado idoneidad en la operación de la Línea “K” a lo largo de una década, por lo que la mencionada firma municipal sería la indicada para acometer la obra de rehabilitación de la Línea “M”.
La Señora Intendenta Municipal y los Señores Concejales tienen en sus manos la posibilidad de concretar una REIVINDICACIÓN HISTÓRICA, luego de treinta años de la supresión del transporte eléctrico en la zona Sur.
Desde la Asociación Rosarina Amigos del Riel, realizamos este aporte tratando de cumplir fielmente con nuestros Objetivos Estatutarios de velar por el buen desempeño de los transportes públicos, así como defender y promover el transporte por Riel y eléctrico.

 
Rosario,  7 de mayo de 2014.

 

MARIO ANGUEIRA

Presidente

PABLO BALLONI

Secretario