viernes, 1 de septiembre de 2017

UN LARGO REGRESO A CASA


Entre las ignominias perpetradas durante la década de 1990, el secuestro de tres coches del Tren Obrero, que diariamente y durante décadas trasladaba a los empleados ferroviarios entre Rosario y los Talleres Pérez, ha de ser una de las peores.

Tras un creciente proceso de saqueo y vandalismo, el entonces ENABIEF retiró los coches para trasladarlos a Gambier (cercano a La Plata), donde su estadía no fue mejor, sino que implicó la continuidad del deterioro de las unidades.

Casi veinte años después, los colegas del Ferroviario Club Central Argentino han conseguido que los coches retornen a Talleres Pérez, donde esa institución tiene su sede.

La A.R.A.R. por medio de su Boletín, advirtió del despojo y de la necesidad de integrar dicho tren al acervo regional.