Cuadro de estación Rosario Central en su aspecto actual. Foto: estkm29.blogspot.com - Colección: Rubén Pestrín
Desde la Asociación
Rosarina Amigos del Riel deseamos hacer público nuestro criterio acerca del
lugar para establecer las cocheras subterráneas públicamente propuestas y
anunciadas recientemente por el Departamento Ejecutivo Municipal, y que deberán
ser analizadas por el Honorable Concejo Municipal.
OPINIÓN
GENERAL ACERCA DE LA PROPUESTA
Sin intención de
abundar acerca de una idea ya por todos reconocida, las principales herramientas
proactivas para fomentar la descongestión en las áreas centrales son, en primer
término, el fortalecimiento y desarrollo del transporte público, seguido por
una decidida política para desalentar el acceso de automóviles
particulares, tal como lo indicara el estudio integral del transporte de la
ciudad realizado por la consultora SYSTRA-ATEC en el año 1998, a pedido del
Municipio.
Atendiendo a esta
línea, resulta contradictoria la insistencia en estimular el ingreso de
vehículos al casco central, cuando lo razonable sería que se actuara conforme
lo demuestra la práctica internacionalmente reconocida, a través del sistema
“Park and Ride” (estacione y viaje), consistente en establecer los
estacionamientos en áreas de menor densidad poblacional, pero muy
bien vinculados al transporte público que conduzca a los usuarios con celeridad
y comodidad a su destino céntrico. Por
ejemplo, dos emplazamientos que a primera vista parecen muy adecuados para
cumplir con estos requisitos, son el Patio de la Madera / Estación Terminal de
Ómnibus “Mariano Moreno” y el Parque Hipólito Irigoyen / Estación Central
Córdoba; desde ambos emplazamientos, sumamente accesibles para automóviles procedentes
de los rumbos Norte, Oeste y Sur, luego se puede seguir hacia el Centro con
transporte público (micros y/o taxis), en no más de diez minutos de viaje.
Si se procede en
contrario, insistiendo en localizar los estacionamientos en áreas ya muy desarrolladas,
solamente se seguirá estimulando el ingreso de vehículos particulares y por
ende, los resultados serán diametralmente opuestos a lo que precisamente se
pretende desalentar.
EL
CASO DEL ESTACIONAMIENTO EN LA ZONA
DE
LA ESTACIÓN ROSARIO CENTRAL / DISTRITO CENTRO
Justamente en este
caso es donde se suscita la máxima contradicción con los postulados internacionalmente
reconocidos en la materia, porque según los croquis y planos previamente
conocidos, la instalación del estacionamiento subterráneo se desarrollaría al
Este de la intersección de la calle Presidente Roca, debajo de las vías de
acceso a la Estación Rosario Central.
Desde el cierre de la
Estación Rosario Central en el año 1977 por parte de la dictadura militar, esta
Asociación ha señalado de manera reiterada pero infatigable, que esa
intempestiva y arbitraria clausura (añadida a la supresión de los servicios
ferroviarios regionales de pasajeros de nuestra zona) ha producido un daño
grave a la estructura del transporte público rosarino como al desarrollo de la
ciudad, por las distorsiones que esa reprochable decisión introdujo en los
planes de urbanización y/o uso del suelo. Este pedido fue acompañado por el
Honorable Concejo Municipal, y el día 21 de diciembre de 2007 se instaló una
placa en el lugar instando al reestablecimiento del servicio.
Y es que
precisamente, la instalación de un estacionamiento subterráneo en el lugar
pretendido, anularía cualquier posibilidad para el restablecimiento futuro de
un servicio ferroviario de carácter metropolitano aprovechando la ubicación
estratégica de la Estación Rosario Central, distante apenas a siete cuadras de la
Peatonal Córdoba, y que mediante una operatoria con trenes Diesel
autopropulsados, pondría a los pasajeros desde el Microcentro apenas a quince
minutos de viaje de Fisherton, a veinticinco minutos de Funes o a treinta y
cinco minutos de Roldán, por citar algunos casos. Tiempos de viaje como los señalados,
solamente puede lograrlos el modo ferroviario y, precisamente, la posibilidad
de contar con una Terminal tan estratégicamente situada, es un factor que no
debe ser desdeñado y menos aún dilapidado por los planificadores del futuro
desarrollo urbano rosarino.
Si se insiste de todas maneras en la necesidad de instalar un
estacionamiento subterráneo en el sector, proponemos como sitio alternativo el área
comprendida por el Río Paraná y las calles Corrientes, Entre Ríos o Mitre y
Jujuy. Situado apenas doscientos
cincuenta metros al Este del emplazamiento inicialmente propuesto por la
Municipalidad, tiene la ventaja sobre aquél, que también sería de utilidad por
su mayor proximidad al Parque de España y la Costa Central, además de que, por
lindar al Sud con el antiguo túnel ferroviario -actual Avenida Arturo Humberto
Illia- posibilitaría la construcción de ingresos y egresos al estacionamiento
directamente conectados al mismo (además de las posibles rampas de acceso a
calles Corrientes o Entre Ríos/Mitre), facilitando la accesibilidad del
estacionamiento con arterias de rápida comunicación, y aumentando aún más su
atractivo para los potenciales usuarios; a la vez se comportaría como el
estacionamiento “Park & Ride” en caso de la necesaria rehabilitación del
ferrocarril en la Estación Rosario Central.
CONCLUSIONES
La experiencia harto conocida y ya sumamente aplicada en otros países,
indica claramente que solamente el desarrollo proactivo del transporte público
en sus diversas variantes (ferrocarriles metropolitanos, subterráneos,
tranvías, trolebuses y ómnibus, según las cargas y disponibilidades de espacio,
velocidades y tiempos de viaje pretendidos, etc.) tiene el potencial para descomprimir
las situaciones de congestión y a la vez incentivar la disminución del uso
excesivo de la motorización particular (camionetas, autos, motos).
Si no se toman las decisiones correctas, la ciudad de Rosario se
arriesga a ver agravadas sus ya caóticas condiciones de tránsito en el área del
centro, macrocentro y principales avenidas de atravesamiento urbano, que traerá
aparejado un empeoramiento de la calidad de vida y pérdidas crecientes por
concepto de accidentes, utilización indebida del espacio público, contaminación
y mayores tiempos de desplazamiento para habitantes y concurrentes externos,
todo lo cual repercutirá indudablemente en la sustentabilidad y futuro de la
aglomeración urbana en su conjunto.
Apelamos a la comprensión
y criterio de visión a largo plazo de los profesionales concernientes,
autoridades y legisladores, para que la resolución de esta cuestión tenga un
impacto favorable en el desarrollo de nuestra Ciudad y sus habitantes.
Rosario, 12 de octubre de 2014.
PABLO BALLONI MARIO
ANGUEIRA
Secretario Presidente