domingo, 15 de junio de 2008

ESTACIÓN CENTRAL CÓRDOBA, VEINTE AÑOS DESPUÉS











La primera imagen corresponde a una foto de 1988, captada por nuestro asociado Carlos A. Fernández Priotti, en donde se aprecia el intenso movimiento de carga y descarga en la playa de la estación Central Córdoba de Rosario.
La segunda fotografía corresponde al mismo lugar y tomada desde el mismo sitio. Es claro que la actividad ferroviaria desapareció casi por completo, registrándose el paso de trenes de carga muy esporádicamente y en ciertas épocas del año.
No es casual que ello haya ocurrido: la devastadora ola antiferroviaria de la década de 1990, significó que el Ferrocarril General Belgrano fuera perdiendo terreno a manos del transporte automotor. Asimismo, las crisis financieras crónicas que afectaron a las sociedades que administraron la línea desde entonces, hizo que se perdiera el control y la seguridad en muchas de las instalaciones de la red.
Desde la crisis de diciembre de 2001, la estación Central Córdoba (entre otras) fue víctima de saqueos y vandalismo, al punto de convertirse sus adyacencias, en refugio para malhechores.
Por su parte, los planes municipales siempre pugnaron por lograr la desafectación del uso ferroviario y avanzar sobre tierras e inmuebles, algo que ocurrió parcialmente a raíz de la imposibilidad de la Empresa para hacer frente a medidas preventivas de seguridad y recuperación edilicia.
Así fue como se llegó a junio de 2008, con la parquización de la que otrora fuera la playa de cargas y un monumento al Che Guevara, con una plaza que lleva su nombre, pese a que tal iniciativa no se hizo con el consenso del vecindario, con el que se había acordado otra clase de proyecto.
La contraprestación para el Ferrocarril fue la colocación de luminarias, demolición de la mayor parte del muro perimetral y otros trabajos menores.
Sin embargo, el monumental edificio de la Estación requiere urgentes medidas que eviten acentuar su progresivo deterioro, a la vez de alterar su diseño en modo alguno.