Se les brindó un breve viaje sorpresa a bordo del Trolebús Histórico Nro. 39, guiado por el señor Omar Medina. También los visitantes fueron informados de los avances en la reconstrucción del Tranvía Histórico Nro. 277.
Al crepúsculo, Aquilino brindó la conferencia "Cincuenta años sin tranvías: recuerdos del futuro" en el auditorio de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Por la noche, la A.R.A.R. ofreció una cena a los ilustres visitantes, en el restaurante temático Estación Güemes, también auspiciante de la actividad, junto con Grupo SanCor Seguros.
Fue una intensa jornada de amistad, reencuentro y aprendizaje por parte del querido Aquilino y del no menos apreciado Ernesto, a quienes deseamos ver nuevamente pronto.
Deseamos agradecer a los funcionarios y personal de SanCor Cooperativa de Seguros Limitada, de restaurant Estación Güemes; de Arcángeles Apart & Suites, de la Bolsa de Comercio de Rosario y de S.E.M.T.U.R. División Trolebuses, por toda la colaboración brindada en pos del éxito de esta actividad cultural.
Asimismo, nuestro eterno reconocimiento a Aquilino y a Ernesto por haber reavivado los permanentes lazo de amistad que desde un principio han unido a ambas entidades.
Algunas palabras sobre Aquilino:
AQUILINO GONZÁLEZ PODESTÁ: EL “FUEGO SAGRADO”
DE UN TRANVIARIO DE PURA CEPA
Aquilino González Podestá es
nacido en Buenos Aires, y tiene setenta y ocho años de edad. Arquitecto de
profesión, aprehendió desde muy joven la pasión por el dibujo, la poesía, la
prosa y el estudio de la historia. Amante de su ciudad y especialmente del
barrio de Caballito, en donde se ha criado y vive hasta la actualidad, reflejó
como pocos la “porteñidad” bien entendida y el amor incondicional por su
terruño.
Observador incansable del
patrimonio arquitectónico de toda aquella ciudad a donde le toca viajar o vivir
y de la idiosincrasia de la gente de cada lugar, Aquilino estudia todas esas
características, las analiza y luego brinda un semblanteo tan sagaz como
exacto. Así lo plasma luego en dibujos
artísticos de exquisitos detalles, o en escritos que conjugan la descripción
llana con –en ocasiones- puntos de vista sumamente ácidos, pero no por ello menos
veraces.
Sin embargo, su pasión excluyente,
su Norte, es sin dudas EL TRANVÍA. Muy joven aún, alertó del error que se
perpetraría cuando arreció la tendencia generalizada de erradicarlo de la
mayoría de las ciudades, entre las cuales las argentinas, están entre las más
afectadas. Los comienzos de la década de 1960 fueron el caldo de cultivo para
una desafectación masiva del Riel, tanto en ferrocarriles como en sistemas
tranviarios. Y allí estaba Aquilino tomando nota y advirtiendo –entonces sin
éxito- que ese accionar le costaría muy caro a la Argentina… Y no se equivocó.
Pasaron muchos años, y González
Podestá tuvo otro sueño: devolverle EL TRANVÍA a su ciudad, y a su barrio. Para
la década de 1970, la palabra TRANVÍA era sinónimo de pasado, de obsolescencia,
de carromato antiguo y lento. No era fácil la tarea de intentar revertir tan
desfavorable concepto. Pero no desfalleció y en 1976 dio vida a la ASOCIACIÓN
AMIGOS DEL TRANVÍA, y así fue congregando a otros entusiastas en procura de
tener nuevamente al “eléctrico” circulando en las calles del circuito auxiliar
de Subterráneos, en su entrañable “patria caballitana”. Lo logró en 1980 con un tranvía Brill
comprado con fondos propios a la empresa municipal de Oporto, Portugal. Así fue
llegando un segundo coche, y otro, y otro. Se fundó la Biblioteca Popular y
Archivo “Federico Lacroze”, y hoy la entidad cuenta con más de una decena de
reliquias en estado de funcionamiento, y algunas unidades más en proceso de
restauración.
Aquilino supo tener la visión de
aunar la experiencia de veteranos tranviarios con el ímpetu de niños que
aportaron sus ganas de aprender y de trabajar. Aquellos “sabios de la tribu”
hoy viven en estos hombres –aquellos chicos- que sienten un total grado de
pertenencia a la A.A.T. y ven un padre en la figura de Aquilino González
Podestá; quien por su parte, brinda diariamente un ejemplo aportando su mano de
obra a la par de los más jóvenes, ya sea para barrer un tranvía como para
realizar las más delicadas labores técnicas.
Asimismo, la independencia
política de la Entidad y de su Líder le ha posibilitado no hacer concesiones en
materia ideológica y material, con lo cual la palabra de la A.A.T. puede ser
aceptada o rechazada, pero jamás se la habrá de poner en duda.
Aquilino González Podéstá es
Vecino Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, fue laureado con el Premio al
Historiador Porteño en 2003, y al año siguiente recibió la distinción “Artífice
del Patrimonio Cultural Porteño”.
Es miembro vitalicio de la
Sociedad Central de Arquitectos. Asimismo se incorporó en su momento al Ateneo
de Estudios Históricos de Parque de los Patricios, entidad en la cual llegó a
ocupar la vicepresidencia. También es socio honorario de la Junta de Estudios
Históricos de la Floresta. Fundó la Junta de Estudios Históricos de Caballito;
barrio por el que recibió la distinción de Vecino Ilustre por parte del Rotary
Club de la zona.
Por sus tareas dirigidas a la
preservación y revalorización histórica se lo designó Miembro de Número de la
Fundación Manzana de las Luces. También integra la Academia de Historia de la
Ciudad de Buenos Aires y formó parte de la comisión Directiva de la Asociación
Vecinal General Alvear.
Publicó numerosos libros
dedicados al transporte urbano y al TRANVÍA en particular, y es colaborador
permanentemente de las diferentes revistas de la A.A.T.
En nuestro medio ha disertado en
numerosas oportunidades invitado por la ASOCIACIÓN ROSARINA AMIGOS DEL RIEL,
siendo ello motivo de interés para importante cantidad de público que se ha
dado cita cada vez que sabía de la visita del ilustre conferencista.
AQUILINO GONZÁLEZ PODESTÁ es sin
dudas, el especialista tranviario más importante de América Latina, y su
presencia enaltece cualquier auditorio.
Rosario, febrero de
2013